La innovación solo se logra mantener viva si se convierte en un hábito, por ello expongo la ecuación de la innovación, la cual necesita de dos constantes: disciplina y trascendencia. Además hablo de los retos y urgente necesidad de
que en las administraciones públicas no tiren las innovaciones por la borda, ya que coartan la creatividad y cortan procesos de mejora por falta de interés o empatía.